lunes, 7 de abril de 2008

Historias

Capítulos anteriores:
Renacimiento
Comienza la caza

Instinto
Traiciones

Llevaban ya una media hora en el coche. Kirenel no le había dicho a dónde iban, pero a esas horas el centro de la ciudad era un caos fueses a donde fueses. Llegaron a una barriada marginal, la pobreza de sus habitantes contrastaba con los elegantes coches de los narcotraficantes.


Aparcaron junto a un edificio construido con ladrillos de miseria y desesperanza como argamasa, como todos los de ese barrio, y continuaron a pie, el coche que habían tomado prestado era lo bastante viejo como para pasar desapercibido en aquel entorno.

Tras recorrer un par de calles angostas y malolientes entraron en un portal con las paredes repletas de grafittis y el suelo de basura, jeringuillas e ilusiones. Nada más entrar les salió al paso un hombre de aspecto corpulento y cara de pocos amigos. Tenía la cabeza rapada y el cuello cubierto de tatuajes, pero no se podía ver más por la capa que cubría su cuerpo de los hombros hasta cerca de los tobillos. Semejante atuendo desentonaba enormemente en lo que parecía un pandillero, sobre todo porque parecía hecha de plumón negro. Kirenel levanto la mano con la palma en dirección al desconocido.

- Hola, Escofel, cuanto tiempo.

Sacando un brazo, cubierto también de tatuajes, por una abertura de su capa Escofel imitó el gesto.

- Hola Kirenel, hacía mucho que no te veíamos por aquí, ¿que te trae a nuestra puerta?

Kirenel señaló a Sandra con su pulgar derecho

- Está herida, necesitamos ver a T'anncrel.

El guardián pareció reparar en la joven por primera vez y durante unos segundos angustiosamente silenciosos la taladró con sus fríos ojos azules.

- Subid

Ascendieron dos pisos por una ruinosa escalera que apenas merecía ese nombre y llegaron ante una puerta que daba la sensación de ser más fácil de derribar que de abrir. Leyendo en la expresión de Sandra su opinión sobre la puerta, Kirenel sonrió y descargó un brutal puñetazo sobre la puerta. Un golpe así habría bastado para demoler todo aquel cuchitril, pero la puerta ni siquiera se movió un poco.

- No todo es lo que parece, pequeña.

Colocó la palma de su mano sobre la puerta y murmuró unas palabras. Su mano brilló brevemente y la puerta se abrió sin emitir ningún sonido. Entraron en una pequeña casa repleta de objetos y muebles de estilo árabe y una voz les llegó desde una habitación del fondo.

- Kirenel, ¿siempre tienes que intentar derribar mi puerta para impresionar a quien traes? Algún día la romperás y tendrás que ponerme otra.

Una mujer de unos cuarenta años de rasgos atractivos atravesó la puerta sonriendo, llevaba una capa de plumón similar a la del que les había recibido en la puerta, pero blancas como la nieve.

- T'anncrel, sabes que no podría aunque quisiera...

Se abrazaron efusivamente y ella dio un paso atrás, observando al moloqai

- Hacía un siglo que no nos veíamos, veo que te conservas bastante bien.

- Hago lo que puedo, dieta sana, un poco de ejercicio...

Ambos rieron brevemente, en el poco tiempo que llevaba con su maestro, Sandra no le había visto nunca tan alegre y distendido, se notaba que conocía a aquella hermosa mujer desde hacía mucho tiempo. Se sobresaltó un poco cuando en ese mismo momento la mujer miró directamente hacia ella.

- ¿No me presentas a tu amiga? Parece un poco joven para tí...

- Es una de ellos, T'ann, lo conseguí, les encontré.

El gesto de la mujer se volvió completamente serio y volvió a mirar hacia Sandra mucho más intensamente, hasta el punto de que se sintió desnuda ante el minucioso escrutinio.

- Increíble... Así que al final lo lograste...

La expresión de la mujer cambió de nuevo radicalmente, mostrando ahora una honda ternura.

- ¡Pero si estas herida! Ven conmigo cariño, nos ocuparemos de eso inmediatamente.

Pasaron a la habitación del fondo y T'anncrel le indicó que se quitase la camiseta y se tumbase en una camilla. La sanadora observó la herida, que tenia un aspecto purulento y malsano.

- Este mordisco ya habría matado a un humano, sin duda eres fuerte, como lo eran todos los moloqai

Las últimas palabras las pronunció con melancolía, pero agitó brevemente la cabeza para salir de su ensimismamiento. Colocó junto a la camilla una mesita con varios útiles quirúrgicos de plata y algunos cuencos con ungüentos de diversos aspectos.

- Supongo que pensarías que iba a colocar mis manos sobre la herida y que ésta sanaría ¿no? Eso, por desgracia, solo es un mito. Tranquila, yo me encargaré de que no te duela. Quizá te apetezca oír una historia mientras tanto ¿eh?

Sandra asintió, prefería distraerse de todos esos objetos afilados, no creía que esta gente utilizase anestesia.

- ¡Estupendo! Te contaré entonces lo que sucedió después de que los Un-Mann separasen el mundo en tres esferas para acabar con la guerra...

"Cuando la noticia del asesinato de los moloqai llegó a los dirigentes de los Un-Mann, estos decidieron llevar a cabo su plan de emergencia, conscientes de que la guerra se volvería a estancar y el mundo jamás conocería la paz.

Utilizando sus conocimientos sobre el viaje entre mundos, habían modificado las enormes edificaciones que utilizaban para viajar, de forma que al activarlas todas a la vez dividieron este mundo, separando la luz y la oscuridad de él. En ese momento, tanto los seres de la luz como los servidores de las tinieblas fuimos arrastrados a esas esferas paralelas, por lo que realmente ignoramos qué sucedió después.

Tardamos siglos en encontrar los portales y aprender a utilizarlos. Y cuando fuimos a cruzarlos nos topamos con los Guardianes, algunos de los más poderosos Un-Mann que se habían quedado en el espacio que unía las tres esferas para actuar como centinelas.

Para nuestra sorpresa no nos impidieron el paso, sino que solicitaron que enviásemos unos pocos representantes para una reunión. Acudimos y también estaba presente una pequeña delegación de las tinieblas. Los Guardianes nos dijeron que algo había afectado a los suyos, algo a lo que llamaban las Plagas, y que su pueblo había degenerado y agonizaba. Creían que era necesario que algo de luz y oscuridad se filtrase a través de los portales para detener aquel proceso degenerativo. A cambio, nos ofrecieron la posibilidad de utilizar aquellos portales para viajar entre las esferas con algunas condiciones. No estaría permitido reanudar la guerra a ninguna escala y los nuestros sólo podrían pasar una cantidad limitada de tiempo en este mundo.

Aceptamos y cuando los primeros de nosotros cruzamos los portales nos encontramos con un mundo asolado, poblado por humanos, tristes sombras de los poderosos y orgullosos Un-Mann.

Comprendimos que íbamos a necesitar mucho más tiempo que el breve lapso que se nos permitía permanecer en esta esfera. Finalmente y tras arduas negociaciones, accedieron, aunque el precio era no no poder regresar jamás a nuestra esfera. Como puedes ver, aceptamos"

La mujer sonrió y terminó de colocar el vendaje sobre el hombro de Sandra.

- Bueno, esto ya está. Procura no hacer ningún movimiento brusco durante un par de días

Sandra no salía de su asombro, ni siquiera había notado que T'anncrel se estuviese moviendo. Iba a preguntar, cuando notó que tanto la sanadora como su maestro se ponían en tensión mirando hacia la puerta. Expandió sus sentidos y notó la amenaza justo un instante antes de que seis hombres de aspecto deforme se materializasen en medio de la sala. Les faltaba la mandíbula y de su garganta surgía un asqueroso apéndice parecido a una serpiente rosada que acababa en una abertura coronada de afilados colmillos que rezumaban una sustancia negra y viscosa.

Antes de que ninguno de los presentes pudiese reaccionar, la puerta salió volando hacia el interior de la casa, seccionándole la cabeza a uno de los seres y tumbando a otro. Escofel atravesó el umbral, desplegando su capa en dos grandes alas negras y dejando ver un torso cubierto de tatuajes y la espada llameante que portaba.

Dedicado a la fan Nº1 de los cachas tatuados de orientación sexual dudosa :P

5 comentarios:

Naru dijo...

uy!! cuanta emoción!!!, tienes que escribir rápido el siguiente capítulo, que me estás creando tensión e intriga!!, pero rápidoooooooooooo:)
un beso y sigue así! creando intriga y curiosidad;)

Giaccomo Torchia dijo...

bueno la verdad es que no decae en absoluto el relato, me ha gustado la descripcion del barrio.

Cuervo dijo...

mola, mola... me gusta sobre todo el detalle de las alas de scofield, digo de Escofel.

se me está ocurriendo una idea para un peronaje bastante chulo... puede que lo escriba y te lo ceda jejeje. Parece que últimamente necesito leer lo que escriben otros para vencer la pereza y pobnerme a escribir yo.

Lauss dijo...

me gusta ese nuevo personaje :P
y la dedicatoria tb...jeje
siguiendo con los otros comentarios, creo q estas manteniendo muy bien la tensión y la historia va cogiendo forma, a la vez q se está haciendo cada vez más interesante...
quiero más!!!
muak!

Javi dijo...

Me alegro de que os esté gustando y agradezco los comentarios, me animais a seguir escribiendo mas episodios jejejeje...

Un abrazo a todos :)