Con un remolino de colores por atuendo, el suelo por zapatos y el cielo por sombrero, caminaba con el arco iris en una paleta y sus dedos como pinceles.
Pintó el cielo con vivos azules y la tierra con tonos de verde y marrón.
Caminaba mientras reía y reía mientras caminaba, sus pasos seguidos por una banda de sueños con incontables instrumentos, música alegre y de ritmos rápidos como los movimientos del Pintor
Con todos los amarillos y blancos imaginables, la obra se iluminó.
Un rápido trazo marcó el horizonte, en la parte verde de la tierra definió árboles, plantas y brillantes flores
Sus ojos, marcados por exagerado maquillaje, estaban tan llenos de alegría como de creatividad, moviéndose inquietos.
Se quitó la roja nariz redonda que llevaba y con colores de fuego la estampó en el cielo azul, salpicándolo luego con gotas blancas que no se percibían a simple vista.
Paró, y el alboroto que le servía de séquito alteró su ritmo, aunque seguía siendo frenético y alegre como cientos de niños jugando en un enorme parque.
Concienzudamente, fue pintando peces, pájaros y todo bicho viviente que se le ocurrió. Al final se quedó pensando un momento y pintó un par de bichos que se parecían más a el, para ver que tal quedaban en esa obra.
Sin parar de bailar, se dio la vuelta hacia su banda y les propuso un juego, ese día, el séptimo lo pasarían festejando todo lo que habían hecho y después todos los músicos se esconderían en la obra mientras los dos pequeños seres que se parecían a el trataban de encontrarlos.
Y los sueños se escondieron por el mundo, y los descendientes de esos dos primeros payasos aún los buscamos, sin parar de bailar :)
jueves, 24 de enero de 2008
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1 comentario:
Dios es un payaso, y tu vas a conseguir que me vuelva diabético.
Está chulo, pero ten cuidado, que el Ratzi dijo hace poco que la sentencia a galileo era normal y comprensible, y a saber lo que te harían a ti por esto.
pero me mola la idea ¿puedo juegar al juego de buscar yo también?
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