martes, 25 de septiembre de 2007

Una nooo una nooo

Malabares

azul, verde, amarillo, naranja, rojo, violeta

Las esferas de color se sucedian vuelta tras vuelta

amarillo,
naranja, rojo, violeta, azul, verde

Sobre una roca del camino hacía malabares un pequeño duende

naranja, rojo, violeta, azul, verde, amarillo

Nadie sabía el por qué de la risa de aquel hombrecillo

verde, amarillo, naranja, rojo, violeta, azul

Pobres , pensaba el duende, pues la felicidad no puede ser encontrada y encerrada en un baúl

violeta, azul, verde, amarillo, naranja, rojo

La felicidad debe disfrutarse sin preocupaciones, en cuanto posa en ti el ojo

jueves, 20 de septiembre de 2007

Érase una vez

Un joven paseaba una tarde de verano cuando vio a una anciana sentada en una piedra al borde del camino. Esta mujer dijo ser una poderosa bruja, capaz de desentrañar los misterios de tiempos pasados y futuros.
El muchacho rió incrédulo instando a la adivina a que si tales eran sus dones le revelase cómo y cuando le visitaría la Dama de la Guadaña. Díjole la mujer que ese conocimiento no hacía bien a persona alguna y que sólo traería desdicha a su vida. El joven insistiole afirmando que no se lo decía por no ser más que una charlatana. Ante estas palabras el rostro de la anciana se contrajo con ira y con poderosa voz afirmó:

Hallarás la muerte con tu cuerpo emponzoñado
gracias a la estupidez que has demostrado

El muchacho río arrogante, teniendo su risa más de miedo que de diversión. Mas, cuando su vista bajó de nuevo encontrose en la piedra no a la anciana sino el escamoso cuerpo y funesta mirada de una víbora, rastrero animal instigador del Pecado. Con un grito de puro terror muriendo en su garganta anudada, el joven corrió todo lo que pudo, no deteniéndose hasta llegar a su hogar.
Los años florecieron y se marchitaron uno tras otro y aquel joven, ahora respetable caballero, pasó sus días temiendo el siseo nocturno de quimeras serpentinas y a los imaginarios escorpiones de sus botas.
Hasta que un día de invierno, en una de las escasas fiestas a las que asistía, el desdichado hombre conoció a una bella joven de piel broncínea, mirada inteligente y risa cristalina. Enamorose al instante de aquel hermoso ser y llenose su corazón de una alegría hace mucho olvidada cuando tras un breve cortejo consiguió compartir una noche insomne con la muchacha. Está alegría se empañó cuando la joven le susurró:

Una vez mi alas hirieron tratando de enjaularme
necesito pues volar libre hasta poder curarme

Pretendió el hombre poder disfrutar de su felicidad sin asfixiarla, mas sus muchos temores e inseguridades trataran de encadenar el amor de la doncella. Mas no se pueden encadenar las fantasías y una vez más, nuestro protagonista volvió a caer en la desdicha. Siguió amando a la hermosa joven, arrepintiéndose de su estupidez. Un día, encontrose con la muchacha del brazo de un apuesto caballero. La envidia y los celos rompieron su triste corazón, y aquella misma noche buscó a los amantes con lágrimas en sus ojos, locura en su mente y acero en su mano.

¡Con tus mentiras y sonrisas me embrujaste!
¡¡Serás mía, o de nadie!!

Tras huir de su miserable crimen, encerrose en sí mismo el hombre para atormentarse. Muchos años después, viejo, huraño y enfermo, agonizaba con el único consuelo de no haber muerto por veneno alguno como aquella charlatana profetizase. Sin embargo, al recordar en aquel su postrero delirio a la única mujer que jamás amase, vio por fin que se encontraba en verdad emponzoñado por amargura, envidia y arrepentimiento, gracias a la estupidez que siempre demostrase.

Post-it



Visto en [Oink!]

miércoles, 19 de septiembre de 2007

martes, 18 de septiembre de 2007

El genocidio espera

Han vuelto, como todos los años por estas fechas. Al amanecer llegan y se abalanzan sobre nosotros, llevándose a todos los adultos sanos, arrancandonos de nuestros hogares y dejando solo a los más jovenes y a los enfermos.

No tienen ningún tipo de piedad, uno a uno nos están asesinando y almacenando los cuerpos en enormes contenedores, Dios sabe con que fin.

La ultima vez no era mas que un mocoso y contemplé como se llevaban a todos los que me rodeaban, esta vez ya soy un adulto. Uno de ellos rodea mi cuerpo con sus enormes garras y de un tirón mi vida termina. Echaré de menos el sol...

Braulio sonrió y depositó el jugoso fruto en el cubo, este año la cosecha de peras estaba siendo estupenda.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Verdad

Mis pies se asientan firmes en el suelo
para poder aguantar sin dudas
ser la roca que rompe las olas del desconsuelo

Mi mano derecha moldea con pasión
los cristales de colores
que brotan de los sueños de la razón

Mi cabeza gira sin freno en un tornado
buscando razones
e imaginando lo que la realidad me ha negado

Mi mano izquierda sujeta el estribo
para enfriar y controlar
el devastador ardor del caos creativo

He entendido que no hay luz sin oscuridad
no hay felicidad sin dolor
el equilibrio es la única Verdad

viernes, 7 de septiembre de 2007

I: Alma hueca

El agua se arremolinaba antes de desaparecer por el desagüe entre los trozos de espejo, tiñendo de suave carmesí sus reflejos . Cerró el grifo y se secó, envolviéndose los nudillos llenos de cortes con la toalla. Salió del baño, la habitación estaba hecha un desastre, la cama revuelta, ropa por todos lados, el cadáver de la atractiva adolescente que había seducido esa misma tarde… Esto no iba a ser una mala temporada, no se despertaría un día y el mundo sería un lugar lleno de felicidad. Evidentemente le importaba muy poco el bienestar de los humanos, él carecía de emociones por naturaleza y debía robárselas a los demás para seguir subsistiendo.

Se sentó en el borde de la cama y encendió un pitillo, ¿como podía ser que una chica tan joven estuviese tan llena de ira? Precisamente la había escogido por su juventud, esperando encontrarse con un alma llena de felicidad y pasión, pero cuando empezó a absorber sus emociones una rabia descomunal comenzó a intoxicarle. Detestaba los sentimientos negativos, estaba harto de su opresiva presencia que lo impregnaba todo hoy en día. Tenía que hacer algo, no podía subsistir alimentándose solo de las frías aguas de los sentimientos oscuros.

Con tranquilidad, metódicamente, se vistió y esparció los folios de apuntes de la joven por el suelo. Abrió el mueble bar, cogió una botella de bourbon y de un solo trago se bebió la mitad. Vertió buena parte del resto alrededor del cadáver y la sujetó con los delicados dedos de la joven. Se apartó para contemplar su obra, el cuerpo desnudo estaba impoluto, satisfecho, colocó el cigarro entre los fríos labios y se marchó.

Un par de ideas ya rondaban por su cabeza, tendría que volver a ver a gente a la que preferiría olvidar, pero era mucho lo que estaba en juego. Pasó al lado de la recepción del hotel cuando empezó a sonar la alarma de incendios, salió a la calle y ajustándose el abrigo se perdió en la noche.