Otra gota rodó por su mejilla y se estrelló contra el suelo. Ella la recogió con los dedos y la añadió al cuadro que estaba pintando, lleno de colores para su fracturada mente.
Sabía que estaba mal. Siempre lo había sabido. Por su torturada consciencia pasaban a toda velocidad pensamientos, sentimientos y conceptos mezclándose en una amalgama inintelegible.
"tenia que arreglar risas cristal un hombre el huracan la lengua una descendiente un cuadro te deja la perdonaran se alimenta de quien una flor si comprendes agua rojo pero aire debe sus pecados abrió de sin sentido por ellas de colores amanecer sentimientos sus pequeños le son dos ayudarán hermoso para quien aparente hadas la caja ángeles podía ver ajenos"
Se movía frenética, con gestos seguros. Había hecho esto muchas veces.
"casi un falso hallaría un el era nubes llanto una mujer habia casi algodón sonrisa terninado de nuevo el amante por qué rota seguir culpable mentira muerto azucar su trabajo de todo"
Se detuvo para admirar su obra, una pegajosa mezcla monocromática en el suelo. El hombre yacía sobre la mesa de la cocina con al menos una docena de tenedores clavados en su nuca. De sus ojos muertos brotaban las gotas de sangre con las que ella había pintado su cuadro.
Había terminado, donde cualquier otro vería un charco de sangre que empezaba a coagular, ella veía a dos hermosos ángeles sujetando una pequeña caja. Una caja verde.
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2 comentarios:
Ya me parecia a mi que hacia mucho q no escribias algo en tu linea habitual...pues nada, sigo opinando (una vez más) q me gusta como escribes, pero deberias de ser más optimista!
ale para q luego digas q no comento nada en tu blog :p
bueno el relato es..... como definirlo, quizas la palabra sea perturbador.
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