Hacía ya un rato que caminaba por aquel camino, no podia recordar cuanto exactamente, pero le daba la sensación de que habia sido toda una vida. Por el rabillo del ojo vió un movimiento fugaz entre los árboles de su derecha. Era uno de ellos, llevaban hostigándole durante la mayor parte de su camino, sobre todo cuando se hacía de noche. Pero esta vez sería diferente, le había costado mucho reunir la determinación necesaria para hacerlo, pero cuando notó que lo tenía a sus espaldas se dió la vuelta.
Allí estaba, su mirada delataba sorpresa, puesto que era la primera vez que le plantaba cara a uno de ellos, aunque el resto de su aspecto era el de siempre. Vestía con las mismas ropas que él, con la excepción de una grotesca máscara de color verde que ocultaba sus rasgos, éste era pues Envidia.
¿Crees que por mirarme a los ojos vamos a dejar de atormentarte? ¿No te das cuenta de que hemos sido enviados para torturar tu mente y consumir tu carne? ¿Vas a intentar, como tantas otras veces, matarme?
No, demonio, se perfectamente que con mirarte a los ojos no es suficiente, ni apuñalaros o atacaros de cualquier otra forma. Es más, se que no solo no puedo destruiros si no que no quiero hacerlo.
Un ligero respingo delató el impacto de las palabras del joven en el enmascarado.
¿Que pretendes entonces?¿Acaso entregar de una vez tu vida? ¿El barranco que tengo detras será tu salida?
El joven se rió entre dientes
Igual de bien que se que no quiero acabar con vosotros, se que vosotros no quereis acabar conmigo. Aunque hablemos con propiedad, se que tú no quieres acabar conmigo. Sólo eres uno.
El demonio tembló ligeramente y su máscara se transformó para tomar la forma y el color amarillo de la de Cobardía
¿Ese es todo tu patético plan? ¿Piensas acaso que puedes negarnos? ¿Crees que nos te necesitamos?
Tus trucos ya no sirven conmigo, he averiguado lo que te alimenta y he aceptado mi parte de culpa de tu existencia. Hoy dejarás de existir.
¿Nos dejar de existir? ¿Una vez más tratas de utilizar algún infalible método científico? ¿Acaso crees tener algún tipo de poder o saber mágico?
Avanzó un paso hacia el enmascarado y llevó sus manos hacia los lados de su cabeza
Al igual que tu no eres mágico, no lo es la forma de librame de tu influencia. De hecho, solo con entender qué eres he sellado el final de tu existencia.
El demonio intentó hablar pero no pudo, alzó las manos impotente mientras el joven se quitaba lentamente la máscara amarilla de su cara. Contempló brevemente los desfigurados rasgos negros del trozo de madera y lo arrojó al río que discurría a su derecha. Sonriente, comenzó a caminar de nuevo hacia el ocaso, completa de nuevo su alma.
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1 comentario:
¡Ole, ole, ole! Que bueno, si cuando consigues quitarle la mascara de pereza a tu demonio particular del hastío eres un fenómeno. Me ha gustado tanto como lo has contado como el trasfondo que tiene el relato.
Muy bueno ;)
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